Es el sacramento con el que la Iglesia acompaña a los cristianos en estado de enfermedad grave o ancianidad.  La gracia de la unción fortalece espiritualmente a quién la recibe, perdona los pecados y hace más íntima la comunión con Jesús. La unción no solo es para aquellos que enfrentan una enfermedad terminal, sino para cualquier persona que experimente problemas de salud o debilidad debido a su condición física o emocional.

Requisitos:

1.- El enfermo tenga los sacramentos de iniciación cristiana.

2.-Que el enfermo desee confesarse y recibir la unción.

3.-No llamar al sacerdote solo cuando sea moribundo, sino en estado de enfermedad.

4.- Para recibirla sólo hace falta llamar a la notaría parroquial y solicitar la visita del sacerdote.